Cuando la retroalimentación nos ayuda a avanzar

Hace tiempo leí en un boletín de una ONGD, que habían llevado a cabo varios talleres de consumo responsable durante varios años, entre simpatizantes que querían hacer su consumo más ético y ecológico.

Al cabo de los años, los organizadores, pensaron que sería buena idea hacer una evaluación del trabajo realizado. Para ello, encuestaron a las participantes para comprobar que aquellos talleres habían sido útiles. En buena medida lo que estaban preguntando era cómo habían cambiado sus hábitos de consumo: si iban menos a los supermercados, si compraban más productos de comercio justo, compraban productos locales, etc. La gran sorpresa -desgradaciadamente- fue que aquellas personas que tenían cierta motivación en cambiar sus hábitos, apenas lo habían conseguido.

Eso llevó a la ONGD a replantearse cómo hacía los talleres y les hizo más conscientes de cómo conseguir el propósito de ayudar  a otras personas a cambiar su manera de consumir. Lo que facilitó, que fueses más eficaces en esos talleres.

Hay un ejemplo histórico macabro. Goebbels, el ministro de propaganda de Hitler, cuando enviaba mensajes a la población, tenía espías para comprobar cómo recibía e interpretaba la población los mensajes. No se limitaba a lanzarlos sin más. Buscaba maneras de verificar si estaba dando en la diana de sus propósitos o no.

Con frecuencia, observo que en el movimiento verde, nos movemos por ideas que parecen razonables, pero que no se comprueba su utilidad, o que no se comprueba el  grado de realización o la manera de ejecutarse.

Hacerse la pregunta de “cómo sabré que estoy consiguiendo lo que me planteo”, ayuda -entre otras cosas- a desarrollar pistas, hitos que facilitan saber si se está en el camino o fuera del camino.

Por ejemplo, tengo un compañero de partido que me comentaba que, después de cada conferencia sobre cambio climático, se encontraba con gente que le decía al final de la charla “Si la cosa está tan mal, cualquier cambio  que haga en mi conducta no servirá para nada”. A mi compañero le llamaba la atención por que, evidentemente no era su intención. Su propósito era que la gente se motivase para implicarse positivamente en cambios en su conducta, pero lo que conseguía con sus charlas era que mucha gente se sentía impotente. Si hubiese clarificado lo que buscaba en las charlas y hubiese comprobado si lo conseguía o no, es decir hubiese estado atento a la retroalimentación. le hubiese ayudado a plantearse las charlas de manera que ayudase a los asistentes a motivarse y a tomar decisiones constructivas al respecto.

Un ejemplo de que hay maneras para motivar y comunicar el cambio climático lo podemos encontrar en Sell the sizzle (en inglés).

En esta investigación se hizo una comprobación sistemática de qué motiva y qué no para que las personas se impliquen en la disminución de las emisiones de carbono. De hecho sus propuestas han sido comprobadas en muchos lugares del mundo.

 

 

4 pensaments a “Cuando la retroalimentación nos ayuda a avanzar

  1. Los sistemas de calidad incluyen la realimentación como parte imprescindible para que exista esa calidad. Creo que eso es aplicable también en la comunicación verde. Espero que aprendamos mucho en este blog 🙂

  2. Los sistemas de calidad incluyen la realimentación como parte imprescindible para que exista esa calidad. Creo que eso es aplicable también en la comunicación verde. Espero que aprendamos mucho en este blog 🙂

  3. Más adelante, incluré otro concepto -menos conocido- pero igualmente importante, la proalimentación. Tiene que ver con las expectativas, objetivos, proyecciones, etc.
    Te irás fijando que los conceptos de utilizaré son neutros en el sentido que dices que se pueden aplicar en diferentes contextos.

  4. Totalmente de acuerdo en que las formas de comunicar tienen una importancia sustancial a la hora de conseguir resultados. Ahora bien, además de esto, creo que muchas personas se llegan a sentir molestas cuando desde distintos grupos, ecologistas, animalistas, medioambientalistas y por supuesto desde los Verdes, hacemos la labor de ” Pepito Grillo “, removiendo conciencias en momentos difíciles para un gran sector de la población agobiada por llegar a fin de mes.
    Pienso que en circunstancias menos agresivas, nuestro mensaje calaría más y mejor.
    Esto no quiere decir que no exista una conciencia medioambientalista, que la hay, pero las circunstancias impiden mirar más allá de poder llegar a fin de mes y en determinados casos, incluso se llega a renegar de la realidad en favor de un puesto de trabajo o una mejor situación económica que permita mantener el nivel de despilfarro que actualmente sigue existiendo ( aunque en menor medida )en nuestra sociedad consumista.
    Tratar de transmitir la propuesta de decrecimiento en plan positivo, sin parecer extraterrestres o fuera de lugar, puede ser una gran ocasión para convencer y crecer.
    Opino que debemos bajar más a la calle, a la realidad y demostrar que” otra sociedad es posible ” sin tener miedo a lo que otros grupos políticos consideran ” políticamente incorrecto “, teniendo en cuenta que el hastío es generalizado y hacen falta líderes que antepongan el bienestar social bien entendido a un puesto en política excesivamente bien remunerado y vitalicio.
    Aportar soluciones y ponerlas en práctica, por pequeñas e insignificantes que parezcan, hará que se nos tome en cosideración, eso sí, siempre trabajando en positivo, ya que la población conoce de sobra a la mayor parte de nuestra clase política y para qué están donde están.Otra cosa será tratar de educar y culturizar a la masa para que tomen conciencia de nuestra existencia y nos sepan valorar, tanto a nosotros como a nuestras ideas y propuestas.
    Las charlas están muy bién, pero si van acompañadas por experiencias reales y un apoyo para ponerlas en práctica se convierten en algo ilusionante y apetecible, en cambio, si se trata tan sólo de eso… una charla, por muy positiva que esta sea, siempre nos encontraremos con las mismas limitaciones.
    En fin…. espero no haber sacado mucho los pies del tiesto, y si es así, os pido disculpas .

    Salud

    Guillermo

    • Guillermo, aunque lo que comentas no está en linea con el tema de la retroalimentación, voy a plantearte otro enfoque sobre el tema del trabajo en la crisis de hoy día.
      El otro día estaba con una gente y surgió el tema de las nucleares y de los cementerios nucleares. Una persona decía que el ATC por lo menos daba trabajo y que lo del peligro, pues bueno que le haremos. Entonces le pregunté si le interesaba fomentar el trabajo de producción energética limpio y seguro y extensivo en mano de obra -fíjate que le pregunté, y eso tiene un efecto mayor de mi respuesta- y claro contestó que sí. Cuando le dije que la industria de los aerogeneradores creaban tres veces más trabajo que una central nuclear y que además los trabajos de mantenimiento se mantenian estables a lo largo del tiempo, aunque no se convenció de entrada, si que empezó a considerar esta posibilidad. Una de las cosas que más aprecio del Green New Deal, es que habla de fomentar el trabajo verde intensivo en mano de obra. Y la mayoría de la gente que se lo explico empieza a enterder que hay otras maneras de fomentar el trabajo y además verde.
      Que la otra persona entre en la dicotomía o naturaleza o trabajo, no significa que la tengas que seguir. Hay maneras de superar esa dicotomía, tal vez en un futuro lo pueda tratar.
      Además, para el ciudadano general “decrecimiento” le suena mal. Yo usaría otras expresiones como “consumir menos para vivir mejor”, “mejorar nuestra calidad de vida con menos”, etc.

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