Mitos para cuestionar II

Mitos para cuestionar II

 

Continúo con dos mitos más que Lakoff identificó en los progresistas de EEUU y que, según mi parecer, es un retrato clarísimo de lo que ocurre en los verdes españoles, especialmente el segundo, pero más potenciado al no tener ni las infraestructuras de un partido “estable”.

3º Las campañas políticas son de marketing

Este mito no es muy aplicable a las verdes, en el sentido que indica Lakoff, sino a la inversa. En general históricamente existe aversión a usar el marketing por parte de las verdes. Es algo que asusta, por que está piensan que está asociado -no necesariamente- con manipulación, con abuso de poder. Cuando me dicen esto yo pregunto “¿pero tu quieres abusar?” y evidentemente nadie quiere abusar.

El mantener ese miedo hace que se descuiden aspectos de comunicación para saber cómo encajar nuestro mensaje en la sociedad que vivimos, con el resultado final que hay muy pocas personas que nos hacen caso.

El mito que estudia Lakoff, versa sobre la adaptación que los demócratas hacen de su discurso a partir de las encuestas. Incluso Frank Luntz (véase en Para leer) dice que no es el método más adecuado para ganar votos. Éste dice que más que saber que dicen las encuestas (para decir lo que quiere oír la gente) hay que saber cómo hablan y qué piensan las personas del perfil que buscamos para usar su lenguaje y que es importante organizar debates estructurados para saber cuáles son las palabras que más impacto tienen.

Por ejemplo Luntz hizo un trabajo para los republicanos sobre medioambiente para vender leyes claramente antiecológicas en cuyo manual (¿cuando tendremos un manual de este tipo los verdes, tanto personas de base como cargos políticos, y los usaremos sistemáticamente?) dice Lakoff “A la gente que apoya el ecologismo les gustan determinadas palabras. Les gustan las palabras sano, limpio, seguro, porque encajan en marcos que describen lo que significan para ellos el medio ambiente. Por tanto, dice Luntz, utiliza las palabras sano, limpio y seguro siempre que puedas, hasta cuando hables de plantas de carbón o plantas de energía nuclear.”

Probablemente más de un lector se estará escandalizando de lo que hacen los republicanos. Mi sugerencia es que, en lugar de quejarnos del uso malévolo que hacen, lo que será más útil es implicarnos en usar el lenguaje para fomentar los valores que buscamos. Por ejemplo, a más de un ecologista le he oído o visto usar ATC (Almacén Temporal Transitorio). Una forma muy neutra de hablar de un cementerio nuclear, expresión que suena mucho peor. EN lugar de hablar de energías renovables, hablar de energías autónomas y limpias. Por ejemplo cuando la industria de los residuos habla de valorización energética, es útil que nosotros hablemos de incineración tóxica, por ejemplo. En un futuro quiero organizar investigaciones para ir comprobando diferentes tipos de expresiones, cuáles impactan más, cuáles encajan más en el marco de las personas, etc.

Yo lo que propongo es hacer investigaciones a fondo y extensas para saber cómo comunicar nuestros valores de una forma efectiva. Si algún lector conoce algunas que se hayan realizado, por favor, le ruego contacte conmigo en info@verdescrecientes.org.

Lakoff dice que algo que se puede aplicar perfectamente a los verdes: “Los simpatizantes y los activistas trabajan en exceso y están mal pagados […]. Sobre todo no tienen ni tiempo ni entrenamiento para pensar acerca del del enmarcado de las cuestiones que son importantes para ellos.” [La itálica es mía]. Desde hace años me parece vital que dediquemos menos tiempos a campañas y más a formarnos en estos aspectos, para que las campañas den muchos más frutos, en forma de impacto a la sociedad y de votos.

 

Lo que los progresistas necesitan es acceso a los medios.

Hace años impartí un curso para los socialistas y un destacado dirigente dijo algo así como “El problema que tenemos es que no salimos mucho en los medios”. Yo en aquel tiempo me quedé alucinado; cómo un miembro relevante de uno de los dos grandes partidos podía pensar eso.

Karl Popper fue un filósofo de la ciencia que decía que una hipótesis científica había que falsarla, es decir comprobar cuando no se ajusta a la realidad. Lo habitual es solo verificar cuando la hipótesis es atinada. Si la falsamos y la verificamos tendremos un conocimiento potencialmente más atinado.

Lo que voy a describir son casos donde, a pesar de no disponer medios de comunicación que difundiesen las ideas de un cierto partido, se han conseguido resultados en elecciones. Y situaciones donde habían medios que difundían sistemáticamente informaciones de ciertos partidos NO se han conseguido resultados,.

Lo que propongo es verificar y falsar este mito de que con medios necesariamente se consiguen votos.

Un ejemplo reciente de que sin disponer medios de comunicación ha conseguido resultados insólitos ha sido Álvarez Cascos en Asturias. Según me dijo Rafa Font, en los medios del Principado apenas salió el ex-ministro y en pocos meses de haber fundado su partido ha sacado la mitrad de los votos que tenía el PP, llegando a gobernar.

Otro ejemplo es Compromís. Literalmente solo salió una sola vez una candidata en la TV autonómica valenciana y por obligación legal. Nunca en los meses anteriores nadie fue entrevistado. Un compañero de mi partido se quejaba de que en Canal 9 no salíamos y que eso haría que ni que obtuviésemos diputados. En los diarios salía poco, para los diputados que teníamos y para la ingente cantidad de propuestas que hacíamos en Les Corts. Al final los resultados fueron inesperados y muy satisfactorios.

¿Por qué se obtuvieron resultados en ese caso? Hay varios factores. Un ejemplo relevante de cómo se trabajó en un caso exitoso. En una población de 37.000 habitantes, Carcaixent, gracias al uso del Facebook y del contacto planificado y continuo con la población, desde mucho antes de las elecciones, se consiguió ser la segunda fuerza más votada, por delante del PSOE. Esta es una experiencia de que las campañas electorales no duran 15 días sino 1400 días, cosa que se pasa por alto con mucha frecuencia y que se tienen que plantear desde nuevos puntos de vista.

Un caso contrario, en el que se disponía de muchos recursos monetarios para conseguir muy poca cosa, es el de Coalición Valenciana. Un conocido empresario financió generosamente una larga campaña, incluso compró un diario para hacer propaganda. El resultado final fue no conseguir ningún diputado. En el mejor de los casos algunos regidores en algunos pueblos.

Si en el pasado, cuando las revoluciones se hacían sin apenas medios de comunicación, ¿cómo se puede pensar que con medios actuales como internet, haya gente que piense no se puede hacer nada par difundir nuestras ideas y nuestras propuestas par darnos a conocer?

Pero la respuesta a esa pregunta la trataré en detalle más adelante. Ahora solo decir que está implicado un fenómeno psicológico muy nocivo: el desempoderamiento, del que muchos activistas no son conscientes.

Por supuesto no estoy diciendo que si tuviésemos medios, tendríamos más impacto. Lo que afirmo es que tengamos los medios que tengamos, lo que es importante es aprender a comunicarnos eficazmente, sea en un comunicado de prensa, sea en Facebook o sea con la persona que tenemos delante. Por que si no hemos aprendido a comunicar eficazmente ¿para que nos sirve disponer de tribunas en diarios o TV? Por que aprender a comunicarnos eficazmente sí que depende de nosotros. Invito a implicarnos en este fructífero aprendizaje.

Los medios de comunicación por si solos no nos ayudarán. Se necesitan más factores. Cuando alguien hace una afirmación como la que hizo el cargo del PSOE “El problema que tenemos es que no salimos mucho en los medios”, eso es una manera de pensar. Pensamos que, lo que necesitamos es x, como no lo tenemos, podemos hacer poca cosa. Este tipo de razonamiento lleva al desempoderamiento, de manera que se hace mucho menos de lo que se podría hacer. Este fenómeno psicológico de impotencia lo trataré extensamente en futuros artículos.

Otro tema de fondo es nuestra manera de pensar, que pensamos linealmente y simplonamente: “Si tenemos medios de comunicación entonces nos votan”. Hacemos una causa efecto, sin ninguna evidencia. Más bien nos tendríamos que preguntar qué otros factores se deben de dar y cómo deben estar organizados para conseguir lo que buscamos.

Carles Porcel

 

2 pensaments a “Mitos para cuestionar II

  1. Sobre el mito del marketing: Tengo la sensación de que en esta campaña Equo está haciendo mucho marketing, mucho más del tradicional de los partidos verdes, y creo que quizá está haciendo demasiado marketing, descuidando otros aspectos internos.

    También, la campaña de Equo está muy basada en una encuesta en particular, la que dice “Sólo el 20-30% de la población conoce Equo” (no se la cifra exacta). El objetivo, por tanto es “dar a conocer Equo”, y eso se superpone a otros objetivos.

    ¿A tí que te parece?

    • Rafa,

      En primer lugar, no soy partidario de usar el término “marketing”. Si lo he usado en el artículo, ha sido por que Lakoff lo usa y, sospecho, que los demócratas y/o sus asesores (que posiblemente vengan de empresas) también.

      Marketing, es un término que hace referencia a técnicas y conocimientos que se usan para vender algo. Si usamos ese sentido metafórico -que a mi no me gusta- de vender nuestras ideas, las verdes hemos sido bastante patosas. Yo prefiero expresarlo como que nos resultará muy útil poner énfasis en la comunicación efectiva para conseguir los resultados pretendidos. Y de hecho, afirmo que en la historia de los verdes en España que conozco, la habido una deficiencia en ese aspecto. Ni el partido demócrata de EEUU, ni Equo venden galletas, ni detergentes, por tanto yo no hablaría de usar marketing, si no de usar enfoques de comunicación efectivos para poder avanzar en la sociedad que buscamos.

      Un ejemplo de comunicación deficiente. Había un pinar en un pueblo que iba a ser destruido, unos compañeros míos consiguieron pararlo. Pero nadie se enteró que gracias a su esfuerzo fue posible mantener ese pinar. La paradoja es que después, me preguntaban como podían potenciar su proyección hacia la ciudadanía. Lo que detecté que había una fobia al personalismo y por tanto evitaban protagonismo. Esa polarización, “o ¿personalismo?, o ¿desaparecer del mapa?”, la he visto en muchos casos. EN lugar de plantearse cómo sería útil comunicarlo, cuándo comunicarlo y cuándo no, en qué contextos, etc. Pero podría poner muchos más ejemplos. ¿Cuánta gente ha impartido una conferencia sobre cambio climático y las asistentes se han ido desmoralizadas pensando que no se podía hacer nada? Se puede hacer que la gente se sienta capaz de hacer algo por el clima, pero hay que dedicarse a aprender cómo se hace. Hay un documento en inglés muy interesante sobre cómo hacerlo http://www.futerra.co.uk/wp-content/uploads/2011/09/Sellthesizzle.pdf.

      Un excelente ejemplo de lo que quiero decir con comunicación efectiva es “Comunicar sustentabilidad. Cómo producir campañas públicas efectivas” de Futerra. Da pistas específicas de cómo expresar la sostenibilidad eficazmente para gobiernos, cargos electos, etc, ejemplos reales y exitosos, ideas desatinadas sobre comunicación, etc. Entra en http://www.verdescrecientes.org/blog/wp-content/uploads/2012/08/WebSP1-sustentabilidad.pdf El día que este tipo de enfoque lo apliquemos sistemáticamente, afirmo categoricamente que ganaremos muchísmo.

      ¿Hay un sesgo muy fuerte de aspectos comunicativos de Equo? Ahora mismo no lo puedo valorar, dado que estamos en época electoral y es natural que haya un exceso de comunicación, especialmente en un partido de nueva implantación para darse a conocer. Pero lo que no veo es que se usen muchos enfoques efectivos, como los mencionados más arriba.

      Desde mi punto de vista, no sólo se debría poner el énfasis en la comunicación hacia fuera, también se debería de poner la comunicación hacia dentro, es decir empezar a tejer relaciones entre los militantes, conocerse, etc. Y ese comunicarse hacia dentro es más complejo que el de fuera, pero es fundamental para construir un partido sólido. También entiendo que con la convocatoria de elecciones anticipadas, no se haya podido dedicar atención a otras cosas, produciéndose mucha ineficiencia.

      Ahora bien, para definir cómo comunicarnos, hacia afuera o hacia adentro, lo primero que definir son nuestros propósitos y, aunque parezca mentira, no los tenemos tan claro como podría parecer. Entre otras razones, por el efecto “No pienses en un elefante”, es decir, la mayoría sabemos lo que NO queremos. EN general, no nos hemos dedicado, ni personal, ni colectivamente, a plantearnos lo que SÍ queremos, detallado y conectado con valores. Y como políticos que somos, además los propósitos deberían de estar conectados con los ciudadanos con los que convivimos, para no comunicarnos nuestras ideas solamente a nosotros mismos.

Respon a carles_porcel Cancel·la les respostes

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *

Aquest lloc utilitza Akismet per reduir els comentaris brossa. Apreneu com es processen les dades dels comentaris.